miércoles, 25 de marzo de 2015

Los claros de María Zambrano


Primera sesión del Ciclo Nexos en 2015
Auditorio de la Ciudad de la Cultura (21-3-2015)
 
   Abro el tercer folletín de Nexos. Amancio Prada ambienta el Día Mundial de la Poesía.  Tras ardua persecución Marcos Lorenzo echó el lazo a Ana Bundgaard.  La catedrática en Aarhus es especialista en María Zambrano. No hay traductor, su español es fluido y su madre gallega.

  La filósofa malacitana participó en las tertulias de Valle Inclán invitada por Maruja Mallo. Toda su obra es experimental, como un laboratorio, con el objeto de descifrar el sentido de su vida. Busca una razón creadora de realidades, una razón hermenéutica para comprender la realidad. 

   Fue discípula heterodoxa de Xavier Zubiri y Ortega y Gasset. Este le había dirigido en su lucha contra Primo de Rivera pero chocaban por el ateísmo del madrileño. María le atacó por su liberalismo y neutralidad, como Marañón, y por su falta de sensibilidad hacia lo trascendente.

   En el discurso del pathos pretende sacar a la luz las entrañas del sujeto. Un ejemplo de ello es la poesía de José Lezama Lima que va a lo más sumergido del ser.  “¿Por qué se escribe?” habla de una dimensión inesperada que emerge en los autores que llama secreto. Se refiere al sentir del ser humano, lo cósmico, lo sagrado…Establece una comunión espiritual con el lector.

   En Filosofía y poesía comenta que “la filosofía ha de iluminar al poeta auténtico”. Estos han de tener apego a la realidad pero no tintes filosóficos. Emilio Prados le facilitaba un contacto con una realidad hermenéutica y clausurada y María lo explicaba a través de la razón poética.

 
   Cuarenta y cinco años dura su periplo americano y europeo. “Lo primero que recuperaría de Zambrano sería su fenomenología del exilio”. Cuando marcha es un ser derrotado y deshecho.  


   En Pensamiento y poesía en la vida española su abstracto lenguaje se hace icónico, como figuras petrificadas. Durante su etapa suiza, tras la muerte de su hermana, su ensimismamiento es absoluto. Una encrucijada de saberes: Mitos, teología, filosofía, mística de San Juan de la Cruz…

 
   En Claros del Bosque emplea metáforas que moldeara Ortega en Meditaciones sobre el Quijote.  El concepto claro lo usara Heidegger refiriéndose a la luz que entra en un bosque tupido. Le otorgan el Premio Cervantes en1988. Salvo Valente, hasta entonces no se la valoró en España.

 
   De la Aurora recoge terminología de Nietzsche. La verdad no es absoluta; sólo se da en momentos fugaces, antes y después del lenguaje. No hay un conocimiento definitivo.

   En Notas de un método la razón poética es la de los vencidos, bienaventurados…  “Nacer y morir a un tiempo. Terror de perderse en la luz aún antes de la oscuridad”.



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