lunes, 31 de marzo de 2014

Aprender a recordar

*Recuperando la memoria historia de la Guerra Civil

*Texto inédito tras recoger testimonios orales
en el Campo de Trabajo de Almedinilla (Córdoba) en Julio de 2004
 
Julio 1936. Algunos militares se amotinan y parten desde el norte de África con el objetivo de someter a  la península. El golpe no tiene el dinamismo planificado. Pues guerra. Sí. Hay casos de triunfante paseo militar pero son muchos también los puntos de nuestra geografía que no se rinden. La sociedad se fractura. Así, el blanco de la represión se ensancha considerablemente. En aquel verano Franco, Queipo y Molano dudan en reconocer ya un pensado plan de exterminio para quien no piense tan retorcidamente como ellos. Un vecino que delata, un cura que acecha desde el confesionario, la guardia civil que actúa sin miramientos. Cuando te apuntan a la sien sólo te queda la resignación. Si no puedes con el enemigo únete a él. No era tiempo para valientes, de ellos está el cementerio lleno. El miedo a desaparecer, el instinto de supervivencia hace que te conviertas en uno de ellos. Pues nada que yo también visto la camisa azul. Matar o morir. Ser ahora yunque para soñar algún día con ser martillo. Hoy nos creemos muy pacifistas pero no siempre te dan opción a ondear la bandera blanca, a emigrar…

   El pueblo en armas se quedó sólo. Y sus fuerzas diseccionadas en los márgenes del emergente bando rebelde.Y aguantó mientras pudio sin contar con un armamento sofisticado. Si no consiguió la victoria fue porque los apoyos exteriores de los Nacionales así lo impidieron. La internacionalización de la Guerra no la sintieron los Republicanos puesto que Inglaterra y Francia dieron la espalda a quienes pensaban como ellos.

   El hijo del rojo fusilado hubo de aprenderse “un maquillado catecismo” de memoria. Hubo de ser minado su intelecto con la ideología del Régimen. Un cambio de nombre podría evitar que hallasen el verdadero pasado de los suyos. Así, hubo de esperarse a la tercera generación, muchos de ellos nacidos ya en el seno de la democracia, para remover en el barro. Es desde el umbral del nuevo siglo cuando se ha percibido el desorbitado alcance de la reconstrucción de la memoria a través de los testimonios orales. Ya teníamos , como siempre en la historia, la visión del vencedor pero ahora podemos quitarle los laureles a los que nunca los merecieron. Se trata de la recuperación de las vivencias locales, de anécdotas escalofriantes que no salen en los libros de textos. No faltan mujeres a las que se rapa la cabeza para luego pasearlas humilladas, huidas milagrosas de un fusilamiento, amigos que no están aquí ni enterrados… Sueldos más bajos que un pedazo de pan, casi adolescentes dirigiendo  la economía de un hogar sobreviviendo gracias al empleo de la rapiña y la picaresca. Decir no a un guerrillero para que no te asocien con el enemigo. Revivir que hace cincuenta años con el sudor de esclavos se levantó un país destruido.   Campos de trabajo sí, pero de concentración también. Cámaras de gas no, pero casi. Hambre sí, censura sí, fascismo sí…

   “Si vienen a buscarme pues aquí estoy” comentan muchos mayores al ser entrevistados. “No tengo odios pero sí recuerdos”. Pues claro que han de tener rencor a quienes no les dejaron vivir en paz.Pero están todavía acostumbrados a sufrir y callar.Por suerte esto está cambiando.

     Ya se atreven a reclamar una estatua, una insignia a los caídos por la patria o  quejarse que los Nacionales donen su nombre a las calles. Vivieron muchos años en la órbita de la desinformación y es ahora cuando las piezas encajan. Muchos llegaron a la identificación de vivir con sobrevivir. Cuando realmente pudieron ir viendo la luz ya es tarde para poder disfrutar plenamente. Le han quitado su vida, ¡A ver cómo se devuelve eso!

   No pensemos que son hechos en blanco y negro. No hace tanto tiempo que de las cunetas brotaban cadáveres, que una tertulia de bar pronto era políticamente incorrecta. Los efectos están todavía candentes: políticos en el poder con las manos untadas en sangre, ancianos que recuerdan, documentos polvorientos … Lo que vivimos hoy es la consecuencia directa de aquello. Por favor, seamos inteligentes. No caigamos en el raciocinio absurdo del patriotismo y los nacionalismos. No pensemos que más allá de una frontera se acaba el mundo. No nos obcequemos en limitar cualquier pluralidad. Señores con poder no se vendan al mejor postor ni se cobijen bajo el sol que más calienta por llenar sus bolsillos. No somos marionetas. Queda mucho por debatir…  


No hay comentarios:

Publicar un comentario