sábado, 3 de diciembre de 2016

O Santo dos Croques


Crónica del Clásico.  Barcelona 1-1 Madrid  (3-12-2016)
Goles de cabeza de Luis Suárez y Sergio Ramos
Los merengues mantienen la ventaja de seis puntos

*Fotos cortesía de la web de El País


   Posaron como una familia unida por las víctimas del vuelo del Chapecoense. Marcelo y Ney rezaron codo a codo.  


Nada más empezar soltaron la pelota en el patio de colegio.Todas las ganas del mundo. La técnica tenía frío.  Modric, Isco y Rakitic en el tatami. André y Kovacic firmaron tablas.Coberturas y balones divididos. 
  Ningún niño del mundo imitará mañana una acción diferencial de los arietes. Las estrellas tenían luces led.Sin noticias de Gurg. Todo pudo saltar por los aires si Clos pita un penalti de Mascherano a Lucas en el minuto dos. Luego el aguerrido argentino agarró a Cristiano.La mano de Iván es, a todas luces, involuntaria. En el otro área Alba pidió mano de Carvajal. Quizá rebota antes en el pecho pero la zamorana es para los porteros.  La polémica y las pipas evitaban que volviésemos a la siesta.
   Volvió Iniesta tras su Cuaresma. El tempo de un latido. Dejó un pase tenso a Messi que el Camp Nou supo agradecer. Pero el solista fue Busquets. Tras una campaña gris hoy reinó en una medular llena de socavones. Fue al suelo, desplazó en largo con acierto y se animó con más de una guirnalda. El melón se abrió tras un gilicórner que pateó Ney.Y no fue Piqué quien comió el caramelo. Sino Suárez bien encajado entre Lucas y un Varane mal orientado. Los dos sudamericanos se ganaron amarillas por pataletas.  Al Madrid se le atragantó el gol en el esófago.  El sacrificado fue un Isco sudoroso que tenía ganas de patear el banco.  Fueron  minutos de bullying local. Neymar tras fintar a Carvajal erró a placer desde el pico del área pequeña.

   Lucho jugó a gastar los cambios. Nunca lo hace.  A contemporizar. El último cambio del francés fue Mariano. Mientras James preparaba las maletas. 
  El Madrid comenzó a embotellar a los culés. A ver si caía algún balón parado. Los centrales esperaban su gloria. Arda trabó a un jugador de espaldas, algo que no gusta a los técnicos. Modric, como en la Décima, preparó el visor. Y Ramos, como siempre, ganó el salto. No mojó más el ánimo de los azulgrana la noche de los aspersores. Minuto 90.  Keylor despejó un balón de puños. Nunca me pareció una superficie de seguridad. Dejó su jaula desguarnecida. Y el cabezazo apurado desde la frontal de Sergi Roberto hubo de sacarlo Casemiro in extremis.  A festejar el botín que habían firmado. 

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