Crítica de la película "El Desconocido"
Dani de la Torre
era desconocido en Madrid; eso no significa que no hubiese bagaje en su mochila.
Santiago é grande promocionó el
turismo de Compostela. X nada denunció la violencia
injustificada. Mar Libre, miniserie
de espadachines, condena la explotación de los conserveros catalanes hacia los
pescadores gallegos en el XVIII. Ahora metamorfosea las avenidas herculinas en
escenario de persecuciones tras el trabajo de campo de Calparsoro con Invasor. Con helicópteros, como en la
realización del Tour, y conos, como en un rondo de la Masía.
Ahora le dieron la
oportunidad de diseñar un thriller de acción. Como los que siempre consumió.
Hasta se permitió el lujo de obsequiar a Spielberg con el plano secuencia
final. Una huida a ninguna parte. Como
el autobús azul 2525 que conducía Sandra Bullock. Una reclusión en un espacio reducido como en Buried.
Tosar ha de interpretar de diafragma para arriba.
Un banquero con
vida acomodada. Burbuja de prosperidad. Un chalet de los que suscita envidia.
De la mala. Sin tiempo para dedicar a los suyos. Juicio moral. ¿Se enriqueció
con su trabajo o con preferentes? Duda resuelta. Con sus comisiones tóxicas se
fabrica la tela de su corbata. Un
consejo; esconde tus billetes en calcetines, bolsas de basura o detrás del
ladrillo suelto.
Una llamada
incómoda. Como las que rotulamos “No Coger”. Ahora será él el
extorsionado. La desesperación, lo ha
perdido todo, justifica su arrebato. Un
ingeniero de minas con sed de vendetta. Un artefacto casero que “el peor
estudiante de química podría fabricar”. A cualquier precio. Importa más el
sufrimiento de un pez gordo que su sucio dinero. Cuando explosiona otro
vehículo ya sabemos que Bombita no va
de farol. Como las Navidades del setenta y tres.
El amor de pareja ni
se contempla. Pero no utilizan a sus hijos como arma arrojadiza. Es muy duro
para un niño no poder presumir ante tus compañeros de clase de tu nuevo balón
con firmas de los futbolistas del Madrid. Mucho más que mearse en la cama. Su
hermana tiene sentimientos muy puros. Ama a su progenitor aún conociendo todos
sus defectos y miserias. Sus lágrimas de desesperación vaticinan una
prometedora carrera. Danny, el piloto del triciclo en El Resplandor, sólo cató una película más; cautela para no
convertirse en un juguete roto.
Ritmo trepidante y
tensión conseguidos. Sales de los multicines con taquicardia. Da gusto
levantarse de tu asiento sin que un artefacto lleno de cables inicie su cuenta
atrás.
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