Los edificios, con una docena de plantas, toldos, tejados planos, aspecto austero y vida mediterránea.Por la avenida principal, Egnatia,nombre heredado de la vía que unía Roma con Bizancio,la llegada de buses urbanos va a ritmo de metro. Menos gorda es Tsimiski,salpimentada con las mejores boutiques. Charlot pide en un semáforo.
Llego al cementerio de Zeitenlik, que podría traducirse por campo de olivos. Hay enterrados soldados aliados de la Gran Guerra ,serbios, franceses, británicos, italianos, rusos, griegos y también prisioneros de guerra búlgaros. Este camposanto cuadriculado impacta por su uniformidad y silencio.
El Arco de Galerio muestra
los relieves conmemorativos de las victorias de este militar, antes de ser
emperador,contra los persas a finales del siglo III. Hoy se reparten allí
alimentos a los más necesitados. Unos pocos metros al norte La Rotonda iba
a destinarse a mausoleo para Galerio. Fue iglesia, Agios Georgios, y mezquita.
Conserva el único minarete que permanece en pie en Salónica. La ciudad pierde
interés al este del conjunto monumental.
San Demetrio tiene unas originales torres de desigual altura. Se erigió en el V, la cripta ya es el del III, sobre unas antiguas termas romanas. Se cuenta que ahí fue torturado y asesinado Dimitrios, soldado romano que se convirtió al cristianismo en tiempos del emperador Galerio, en el 305 d.C. El martirizado acabaría convirtiéndose en el patrón de la urbe. Lo más impactante de este santuario de peregrinación, a mi juicio, son los exvotos, con diseños de secciones de miembros o vehículos, y los cuadros de hombres con la barba colgando más allá de las rodillas.
Santa Sofía, con origen ya en el
siglo VIII, está dedicada a la santa sabiduría, como la que hay en Estambul. Convertida
en mezquita durante varios siglos, momento en que se enyesaron sus paredes
interiores , volvió a ser consagrada como iglesia en 1912. La catedral de la
ciudad tiene una piel anaranjada. Hay una virgen con la mano derecha plateada y
la izquierda dorada. Pero la principal atracción son los mosacios,
especialmente el de la Ascensión de Cristo en la cúpula. Las velas tienen
precio en función de su grosor.
El pasado judío de Salónica, en el XIX llegaron a ser el 50% de la población, se concentraba en el área de Ermou. Los sefarditas eran los principales usuarios del Yahudi Hamman, con cupulitas transparentes en el tejado. Aún existen algunas sinagogas. Los nazis destrozaron un cementerio con medio millón de tumbas. En el Museo Hebreo me sorprendo de la envergadura que alcanzó el Reino de Bulgaria en la primera mitad del XX, llegando a Ohrid y Belomora, en la actual Grecia.
Todo el paseo marítimo de Paralía está salpicado de atletas, patinetes, bicis... Gente poniéndose guapa y sana. El agua de las fuentes mana en horizontal. El mar en Salónica no es para actividades lúdicas.Cortan el cielo los aviones que despegan en el sur. La playa más cercana es Perea, ya pasado el Aeropuerto Internacional.
La icónica Torre Blanca formó parte de los 8km de murallas urbanas. Se hizo tristemente famosa, Torre de Sangre dijeron, por la matanza del sultán Mahmud II en 1826.Los corsarios posan la pata de palo en tierra para obligarte a subir a su velero.
Unos paraguas muy fotogénicos delante del mar concentran un puñado de turistas. Le pregunté, por cortesía, al escultor que los reproduce en miniatura como souvenir si podía incluirlos en una instantánea. "Lo siento. Sólo para mis clientes".