* Fotos cortesía de las web de ABC y Mundo Deportivo
Mendy no estaba sano. Y al primer duelo, Lamine dañó la moral de Fran, que compitió bien toda la velada.
Una mano involuntaria de Fede, el alumno ejemplar, aceleró el pulso de los merengues. El 19 dejó helado a Courtois en un chut envenenado. Incluso se ganó el aplauso robando un cuero a Vini. La imagen del Madrid ya era depresiva. Achicando agua del Titanic. Lamine,de superlativa visión, contemporizó y vio que venía Pedri; el canario golpeó con maestría a la escuadra.
A Olmo lo estaban cosiendo a patadas. Solo Jude,verdadero heredero de Zizou,mantenía el tipo. El Barça casi mata la final con un córner olímpico. La saltarina evitó a zagueros y atacantes y colisionó con el segundo poste.
Apareció Mbappé.Tres tiros culés sin sal para abrir la segunda parte. Pero la veleta viró.Bellingham, quaterback de élite,lanzó a Vini que no pudo batir a Szczesny en dos intentos. Los catalanes gozaronde un tres para dos que no se acabó de forma académica. Raphinha pecaba de chupón. El correcallesera una delicia. Pedri perdió varias bolas en zonas de emergencia, en una de ellas Kylian arañó una falta en la frontal por agarrón desesperado de Frenkie. Donatello la pegó a la base del poste ante una barrera con fisuras.
El tsunami blanco era irreversible. El segundo tanto también se cocinó a pelota parada. Güler,bárbaro de cinco,centró desde la esquina y Tchouaméni ganó el salto. En la taberna ya lo habían substituído en la primera cerveza.
La parada del partido fue de Courtois a Yamal que buscó su palo largo. Lamine pintó de blaugrana un pase al hueco. Justo entre el defensa y el portero. Ferrán tuvo fe para controlar y asegurar un pat a la red.
Entró Araújo, ya lo debió hacer antes, e Íñigo se desplazó al lateral zurdo, puesto impensable antaño por su envergadura. Mientras Cubarsí, silencioso, intuía todas las líneas de pase. El árbitro y el vídeo ignoraron un penal a Ferrán. Rüdiger le ayudó a hacer el espagat. Y casi decide el choque con una entrada a la nada de Asencio a Rapinha.
Llegamos al tiempo extra. Faltaba aire en los pulmones. Pedri pidió papas y dio paso a Eric. Ferrán,el tipo de los mil desmarques, cruzó en exceso ante un Rüdiger mermado. Poco más aguantó en pie. Modric dio un recital a la hora de entender el juego. Pero un pase horizontal lo leyó Koundé, excelso, para batir a Courtois con un chut ajustado. No hubo milagro blanco. El Loco se disfrazó de Pepe. Utilizó el hielo, lo que tenía a su alcance, como munición. El Madrid no sabe perder finales.