viernes, 9 de agosto de 2013

La Casa de Atrás

*ARTÍCULO PUBLICADO EL 9 DE AGOSTO DE 2013 EN EL FARO DE VIGO.

Agonizaba la primavera de 1929. Otto y Edith iban a ser papás por segunda vez. La pequeña respondía al nombre de Anne. Su hermana Margot era tres años mayor. Eran días felices.

Hitler llega al poder en 1933 e inicia una cruzada antisemita. El padre de familia, judío, idea un éxodo para poner a salvo a su estirpe.Se instalan en Ámsterdam; funda dos empresas en un mismo edificio. Vendía gelatinizante para mermeladas y producía condimentos para carnes.

Los nazis ocupan Holanda en mayo del 40. El progenitor discurre una estratagema de emergencia. El seis de julio del 42 esconde a los suyos en la parte trasera de su factoría. Ocultos tras una gruesa estantería. Cuatro oficinistas son cómplices de la reclusión y les avituallan de víveres, ropa, libros y prensa. Nada saben los obreros. Todas las ventanas del negocio están tapiadas por un celofán opaco, bajo el pretexto de que las especias no podían exponerse al sol.

Se unen al arresto cuatro personas de confianza. A las ocho y media debía haber silencio absoluto. "Ni una gota de agua, no usar el retrete, no andar". Por la BBC escuchan los avatares de la guerra. "La radio inglesa dice que los matan en cámaras de gas. Estoy muy confundida".

Otto y su mujer iban marcando el crecimiento de sus hijas con rayitas en la pared. Anne compartía cuarto con Fritz Pfeffer, con el que discutía a menudo. Decoró la habitación con recortes de actrices como Greta Garbo o Ginger Roberts. Escribía para desahogarse. Con gran sensibilidad. Relatos cortos o cuentos de hadas. Y copiaba frases bonitas de los libros que leía. Una joven ilustrada. Anne se evadía en el desván con Peter, que fue quien la besó por primera vez.

En agosto del 44 el Servicio de Seguridad Alemana irrumpe en el refugio de la calle Prinsengratch tras recibir una denuncia anónima. ¿Quién? Los ocho son detenidos, también dos de sus cómplices, Johannes Kleiman y Victor Klugler, que al menos logran sobrevivir al Holocausto.

Otto es el único de los enjaulados que pudo contar la barbarie. Vuelve a la ciudad de los canales en junio del 45. Su esposa se ha extinguido y Miep Gies, su secretaria, le cuenta que sus hijas fenecieron por una epidemia de tifus en Bergen-Besen; apenas un mes después los ingleses liberaban el campo. Pero le entrega una ofrenda con pastas rojas. El diario que Anne recibiera por su trece cumpleaños. Narraba las ilusiones y frustraciones de una niña en cautiverio.

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