*Crónica del segundo partido de cuartos del play off de la Liga Endesa.
*Artículo publicado el 30 de Mayo en El Correo Gallego
La secuoya tunecina se sentía protagonista. Atesoró los primeros seis puntos de su equipo. El duelo se jugaba deliberadamente en la pintura porque Laso quería cargar de personales al que será su pupilo. Begic, en firme evolución, no se amilanó. En la última posesión del cuarto Llull olvidó el crono y lanzó muy precipitado. Parecía despistado.
Mejri bajó sus prestaciones. Tuvo un roce con Mirotic, aunque pronto pactó, encestó con la canasta iluminada y su tapón a Jaycee ya trazaba línea descendente. Reyes, que sólo metió tiros libres, se perdía en protestas. Cuatro minutos a barbecho del Madrid hasta el Show de Carroll. Unos porcentajes estratosféricos. Los de negro se iban arriba al intervalo pero el Chacho golpeó la lona del túnel con desesperación; tras su exhibición del viernes apenas sumó una canasta en juego y una asistencia a sus paliduchas estadísticas.Rudy, tras mucho tiempo calentando banco, dejó dos perlas de crack. El hombre del cuarto fue Llull, con tres triples para despegarse en el marcador. Le flotaron tal si fuera un pívot torpón. El Obra apenas balanceó con dos granadas de Dewar y Corbacho. El parcial de doce a veintidós fue una pared tan opaca como el segundo cuarto del Palacio.
Rafa Luz, siempre implicado, aportó dos contras que hubieran firmado los atletas madridistas; un robo que finalizó en mate apoteósico cayendo de las nubes y una dejada bajo las piernas a Kendall. Apretaron los dientes los locales en defensa para ponerse a siete pero Carroll firmó su solicitud de reivindicación tras el afligimiento de Londres. La mejor afición de la liga reconoció deportivamente su talento. Chapó. Bajaban los brazos los obradoiristas y Moncho pidió un tiempo muerto para implorar orgullo. Sus cambios escalonados fueron una ofrenda a los pesos pesados del vestuario. Miudiño de propina.
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