lunes, 28 de octubre de 2019

Vasos vacíos



Intenté desgastar al máximo la bola de limón. Pero ya no orino con la fuerza de antes. Los últimos gatos negros abandonamos el tugurio. Casi por obligación. El sudor pretende borrar el estribillo de una canción apuntado con letra fea en la palma de mi mano izquierda. Fastidiado por los pisotones que sufrieron mis Converse blancas. Asqueado por las primeras gotas frías que mandaron esas nubes negras. En el metro se sienta una chica con el pantalón de tiro alto a mi lado. La miro por el reflejo del espejo.Su cabello rizado se posa en mi hombro. Duerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario