viernes, 3 de febrero de 2017

Palabras incómodas

*Conferencia organizada por el Grupo Histagra
en la Facultad de Historia de la USC (16-1-17)

   Lourenzo Fernández Prieto confiesa su ideología. “Está en comunión con nuestras ideas”. Y recuerda las obras más célebres del invitado, En el nombre del pueblo y Una revolución elegante, trabajo empírico sobre la proclamación de la República. El profesor de la Universidad de Santiago cree que aquella fue, a excepción de la Revolución de los Claveles, la última revuelta europea.

   Rafael Cruz Martínez viene con la idea de desvelar que significan las palabras en su contexto para poder entender como la emplearon los personajes históricos. Hoy puede parecernos chocante pero el mundo obrero portaba en su día pancartas de “Todo por la patria”.

   Uno de los términos que cambió de significado fue exterminio. Antes de la II Guerra se refería a la expulsión de la comunidad política. Como lo que le ocurrió a los jesuitas. Después significará devastación.

   Persecución era represión. Los republicanos se sentían así en la dictadura de Primo. Luego ya implicará sangre. Holocausto no tenía que ver con la matanza.

   Democracia tenía dos significados. El menos extendido era el régimen político opuesto a tiranía u oligarquía. La Democracia Orgánica se refería a una comunidad donde sus miembros son iguales. Era equivalente a la actuación del pueblo. La democratización era una expresión política de una clase social, la obrera.   Democracia podía referirse a los socialistas, como por ejemplo los países del este de Europa, o a los fieles católicos.  Por lo tanto, el concepto mayoritario de democracia en los años 20 y 30 era excluyente pues no estaban incluidas determinadas comunidades.

   Guerra Civil es sinónimo de discordia, fractura, falta de sosiego político. Pero en los años 20 o 30 se usaba en el viejo continente para referirse a una batalla de ideas. Ricardo Baeza, escritor español nacido en Cuba,habló de guerra civil por un conflicto en el mundo literario. Antonio Machado exclamó “Don Miguel de Unamuno inició una guerra civil de los espíritus”.  El término se usaba para referirse a una discordia entre miembros de una misma comunidad o partido. De hecho, autores como Keynes o Eugenió D´ Ors denominan Guerra CIvil Europea a la Gran Guerra”. También se utilizaba mucho en las campañas electorales. Para la del 36 no la tildaban aún civil por no considerar enemigos a los conciudadanos.
   Muerte Civil se refería a entrar en la cárcel o a la pérdida de derechos de un pueblo. Así lo decían los republicanos en tiempos de Primo de Rivera. Ortega dijo que la unión civil de los españoles había muerto; era mil veces más peligroso que una guerra de sangre.  Algunos postulaban que a los republicanos sólo les unía el odio hacia Primo y podría desencadenarse una Guerra Civil.   

   En la República se emplea mucho el término de Guerra Civil. A los pocos meses de proclamarse Unamuno escribe en un artículo que estamos en una “guerra intestina, familiar y doméstica”.   Entre UGT y CNT. En la CNT entre los sindicalistas y la FAI. En el 31 se hablaba de una Guerra Civil del Norte ente PNV y carlistas. Y, por último, la separación entre Iglesia y Estado; así, se trata de una guerra espiritual pero hondísima que se celebra no en las montañas sino en los hogares.

   En las primeras dos semanas tras el 17 de julio se hablaba de operaciones, alzamiento o cruzada. Para a final de mes referirse ya a guerra cruenta y “verdadera guerra”. El Cardenal Isidro Gomá, gran conocedor de temas políticos, habla en agosto de lucha fratricida del pueblo nacional en sus tendencias opuestas, nacionales y marxistas.  Indalecio Prieto,muy republicano y poco socialista, dijo en un periódico que era una guerra entre hermanos. Claridad, órgano de Largo Caballero, expuso que los enemigos no eran compatriotas ni conciudadanos y estaban fuera de la ley.    En agosto ya se palpa la ayuda de Alemania, Italia y El Vaticano al Bando Nacional. Por eso se les tacha de extranjeros. Y al bando republicano se les acusaba de soviéticos o rusos.   Se habla de Guerra de Independencia o de Guerra Nacional.  Los rebeldes dicen que su enemigo son hordas rojas que hay que aniquilar; hablan de Cruzada o de Guerra de Liberación Nacional, términos que se siguen empleando al final de la dictadura con Carrero. 
   El 2 de mayo se celebra en ambos bandos en los años 37 y 38. Ambos se consideraban nacionalistas. Estamos en la época de mayor fervor patriótico.


   Son los hispanistas, como Hugh Tomas o Gabriel Jackson, quienes en los setenta la llaman Guerra Civil. En el contexto de vejez, muerte y enfermedad de Franco ya todos admiten que la culpa es coral y que hay que evitar repetir aquello. 

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