según lo cuenta su Casa-Museo de Núremberg
Publicado en EL FARO DE VIGO (16-6-2016)
Artista humanista y
teórico del arte. Comenzó como ilustrador de libros. Pero muy pronto el genio
que se atrevió con conejos y rinocerontes ya no aceptaba todos los encargos. El
grabado en cobre y la xilografía divulgaron su arte por Europa. La Imprenta le
aseguró ingresos.
Fue siempre fiel a
su patria. Núremberg era una ciudad fuerte del Sacro Imperio Romano Germánico. Amplió
horizontes para completar su formación. Viajó a Tirol del Sur, Trieste,
Venecia, Suiza o Amberes, donde conoció las obras de los nativos americanos.
Adquirió en su
ciudad natal una casa burguesa que,aunque dañada,se salvó de la destrucción de
la II Guerra en una urbe donde se vinieron abajo el noventa por cien de los
edificios.Costaba calentar la morada señorial, de piedra caliza, en invierno
pues disponía de muchas ventanas.Su madre convivió con él hasta que falleció.
También abastecía a sirvientes.De su matrimonio con Agnes no hubo hijos pero se
sabe que no fue un hecho intencionado. Sabemos de su divertido carácter,
habitual en las fiestas, por las cartas que le escribía a su amigo Willibald Pirckheimer.
Un autorretrato no
era nada común cuando Durero se decidió a pintarse. Sentarse durante meses a
trabajar en un cuadro que no le iba a reportar beneficio alguno. Se ha
constatado que era presumido y que se rizaba el cabello. Hizo el primero a los
veintidós. Cinco años después con delicados guantes y paisaje al fondo.Seguro
de sí mismo en el último.Con una peculiaridad, la frontalidad. Viste un traje
de piel y nos reta con mirada hipnótica. Un Jesucristo del siglo XVI.
En el Retablo Paumgartner los miembros de esta familia aparecen en el tríptico como santos. Se enriquecen con las explotaciones mineras durante la bonanza previa a la Reforma. La tabla central se dedicó al nacimiento de Cristo. Lo compró Maximiliano de Baviera a inicios del XVII.
Adán
y Eva lo hiciera en cobre antes. Es casi coetáneo de La Gioconda. Las figuras están tensas. Al ser de temática erótica era más apreciado
en colecciones privadas que en la Iglesia.
Retrató a Maximiliano I, su cliente más
ilustre.El emperador sujeta con la mano izquierda una granada. Hay quien cree
que fue esta fruta mediterránea la electa del Árbol del Conocimiento.
En 1526 juntó a cuatro apóstoles en un espacio minúsculo. Sin perder majestuosidad. Fue su testamento pictórico.Juan y Pablo sostienen la Biblia y advierten de la falsedad de los profetas. Detrás de ellos están Pedro y Marcos.La obra no fue concebida para un ente religioso sino para el ayuntamiento de Núremberg. Para que, como devoto cristiano, ellos siguiesen esa moral.
Al final de su
corta vida, Alberto se fue al otro barrio a los 56 años, estaba tan enfermo que
le costaba desplazarse; tuvo que mandar
construir una sala secreta con retrete junto a la cocina.
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