*Mis impresiones de la película Verano 1993
Carla Simón, Premio en la XXXI Edición del Festival Cineuropa
La vida es más
alegre en verano.Salvo que te haya muerto mamá.Y papá. El sida los apartó del
camino. Adaptarse a una nueva familia, un hábitat distinto. La abuela
agarrándose al catecismo y al domingo como a un salvavidas.
Un cóctel de
emociones. Inocencia, sensibilidad y frustración. También egoísmo, travesuras y
caprichos, inherentes en un niño. Tenía muchas ganas de escuchar la historia.
Las expectativas no se vieron defraudadas.
Un dramón afrontado con pura vitalidad. Frida pestañea y vuelve a mirar.
El vaso casi lleno. Sobre todo si es de leche.
Viaje multicolor al
campo. Disfrazarse. Maquillarse.Jugar con muñecas.La espera infinita de la
digestión.¿Cuánto queda?Un manguerazo contra la calima.Forrar la escayola con
una bolsa para zambullirse en el río. Una cabaña en el bosque.Matar moscas
porque sí. Dientes sensibles y un
helado.La camiseta de Cobi. Banderillas y bombillas de colores en la
verbena.Aprender.Equivocarse y aceptar el castigo. Y la imitación como forma
de crecimiento de los más menudos.
La sangre de la
pequeña es su herencia genética. Una mancilla para cualquier padre
desinformado que tema por el contagio de sus vástagos. Las analíticas
constantes. Yo nunca he mirado para la aguja cuando me ponen una inyección;
acabaría desplomado sobre el suelo.
Frida está acostumbrada. Está limpia. Se recurre a primeros planos
crudos en demasía. El carnicero que corta en dos la cabeza de un ave. La oveja
muerta que mana abundantemente. Y las gallinas comiendo huevos. Saturno
devorando a sus hijos.
El rodaje tuvo que
exprimirse a fondo por el máximo de ocho horas diarias con críos. Seres
impacientes. Laia con miedo al agua y Paula a los cabezudos.Se creó la
intimidad necesaria con una intensa convivencia. Quitando piojos. Los encuadres
calcan las fotos y vídeos domésticos. Carla es dulce.Y muy familiar.Una de sus
hermanas es actriz y aparece como tía de Frida. Ernest fue el compositor de las
piezas de jazz. Ahora esperan los campos de melocotón de Alcarrás.
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