viernes, 13 de junio de 2014

Empujoncito al anfitrión

*Crónica del Brasil 3-1 Croacia, partido inaugural del Mundial 2014


   Felipao tiene su once. Desfile militar del pentacampeón en su ingreso al césped. Es un combinado disciplinado.La parsimoniosa máquina funciona gracias a la contundencia de los centrales y de los pivotes. Sólo Paulinho no estuvo a la altura. Aunque no es una receta novedosa; en Estados Unidos Dunga y Mauro Silva eran irremplazables. Alves rompe el rigor táctico y Marcelo se dio un martillazo en un pie. El centro fue de Olic, veterano de guerra tan correoso en ataque como irresponsable con ruletas rusas en zonas calientes. Merecido sermón se llevó de su zaga.
 
   Nico Kovac parecía valiente en su alineación pero es un sacrilegio lastrar a Rakitic como chico escoba ¿No habrá en todo el país un gregario para sudar? Corluka tiene clase para sacar el cuero saneado. El interior diestro, Perisic, tiene calidad suprema en los golpeos.  Cumplió Vrsaljko.
 
 
   La igualada canarinha no llegó gracias al toque.Más capoeira que samba.Neymar pegó mordido antes de llegar a la media luna. La estrella carioca venía de buscar la nuez de Luka. No nos engañemos el empuje, brega y descaro de Oscar en la diestra fue lo mejor de los brasileños.
   Tras el parón Modric por fin fue Modric. Posesión europea. Cómodo Brasil agazapado esperando salir a la contra. Fred cayó fusilado tras la caricia de Lovren. Un nipón intimidado pese al spray antiviolaciones. Contraten a un detective. La ley no siempre es igual para todos. Neymar asumió el reto. Penalty no es sinónimo de gol. El meta palpó el Brazuca con ambos guantes pero no pudo repelerlo. Fotografió Kaká, que perforó a los croatas en 2006. Maracanazo sólo uno.
   Permutas ajedrezadas. A quemar las últimas naves. Eduardo fue castigado a chupar banquillo por cantar su himno. Descansó Jelavic, tanque que suplía a Mandzucik, que se desgastó en la pelea y como sombra de David Luiz en los córners brasileños.  No se pitó una falta a Rakitic en la frontal y a guión seguido sí un contacto con Julio César en un salto. Alimentando la sospecha.
   Los exquisitos del Adriático jugaban con fuego. Robó Ramires, para eso ingresó, y Oscar inició carrera y metió la uña para batir a un Pletikosa lento de nuevo de reacción.  Demasiado botín.

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