lunes, 10 de diciembre de 2018

El embrión de Fidel

*Exposición sobre el viaje de Fidel a Galicia
en la Galería Sargadelos (diciembre de 2019)

*Publicación 150 en prensa. Cartas al director de El Faro de Vigo (10-XII-2018)



   La lupa del mundo miraba a España. Cobi se ajustaba el chándal para la inauguración de los Juegos.  Primera visita oficial. Llegó a Barajas para participar en la Cumbre Iberoamericana de Madrid. Le esperaba el ministro de exteriores Javier Solana.Citó a Martí,“Cuba no anda de pedigüeña por el mundo”. Y González no se arrugó “No queremos presos ni exiliados políticos”.
   El 26 de julio un navarro de casi 190 centímetros se coronaba vencedor del Tour por segunda vez. Los italianos Chiappucci y Bugno lo arroparon en el pódium de los Campos Elíseos. Mientras, Castro era increpado por un opositor a su régimen en la Expo de Sevilla junto al Pabellón de Cuba;se defendió ante los medios afirmando que “Cuba es el país que más ha hecho por los derechos humanos y uno de los más democráticos del mundo.No nos falta el espíritu de lucha”. Era la primera vez que pasaba un 26 de julio, día nacional del país insular, fuera de su patria.

   En Galicia fueron 48 horas frenéticas. Ambas noches se hospedó en el Araguaney. En la agenda previa estaba prevista una visita a Oleiros pero se desestimó por falta de tiempo. Fraga apenas le dio un apretón de manos en Lavacolla. Nada de abrazos.Un año antes el de Vilalba había sido invitado a Manatí donde vivó su familia.Unos 200 nacionalistas y 400 periodistas abordaron al Comandante en la Plaza del Obradoiro.Firmó en el Libro de Oro de la Xunta.El presidente gallego le explicó el Pórtico de la Gloria, la Biblia tallada en piedra. Paseó por la Almendra con su uniforme verde de campaña. En la Biblioteca América de Santiago fue asesorado por el rector Ramón Villares y por otras personalidades académicas como Carro Otero y Xusto Beramendi.
   Esa tarde del 27 de julio lo llevan a la comarca del Barbanza. Conoció el funcionamiento de una fábrica de conservas pesqueras en las inmediaciones de Boiro. Luego,una travesía turística que zarpó de Puebla. Terminó la jornada con una recepción en el Convento de San Francisco.

   El barbado, a punto de cumplir 66, venía a conocer su pasado. Camino a Láncara,hizo una parada para pasear por la muralla romana de Lugo.En la aldea saludó con timidez a sus primas Victoria y Estelita López Castro. Dicen que también visitó a su tía Juana.  Al observar la humilde morada donde nació su progenitor en 1875 comentó a Iribarne “ahora entiendo porque tuvieron que emigrar nuestros padres”. Aunque reconoció en una nota de su puño y letra que Ángel Castro Argiz “tantas veces deseó volver y no lo pudo hacer”. Se declaró nieto de campesinos pobres. Fue nombrado hijo adoptivo del pueblo. Sorprendido, añadió un “¿Nada más?”.
   En la romería campestre se congregaron 700 personas. Empanada, pulpo y aguardiente. No faltó la queimada. Y echaron unas risas durante las partidas de dominó. ¿Quién ganaría?

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